La información es un bien público global que no se gasta
cuando se consume sino que se enriquece cuando se comparte.
Vale aquí nuevamente la metáfora de la vela que no pierde
luz cuando a otra vela enciende y que se enriquece además
al ofrecer más luz para todos.
Es fundamental garantizar y preservar el acceso equitativo
a este bien publico para que los ciudadanos participen en
todas las decisiones que tienen que ver con su salud individual
y colectiva.
Se observan tendencias positivas en el sentido anterior
fortalecidas por el avance de las tecnologías de la información
y la comunicación y en la búsqueda del acercamiento fluido y
permeable entre ciencia, cultura y sociedad.
Surgen nuevos modos de producción de conocimiento, nueva formas
participativas de formulación de agendas de investigación, nuevos
espacios de producción de conocimiento que migran de instituciones
cerradas a instituciones flexibles de distinta naturaleza, desaparecen
las divisiones entre productores y usuarios del conocimiento, surgen
también nuevos criterios y formas de validación del conocimiento
con la participación de pares e impares.
Al propio tiempo, prevalecen y tienden a reforzarse tendencias
negativas como la privatización del conocimiento, la disminución
de la transparencia de los procesos asociados y las limitaciones
de acceso en nombre de la seguridad nacional.
Frente a estas tendencias contradictorias y en pugna el Estado
debe cumplir un papel fundamental para fortalecer las tendencias
positivas dado que un bien público necesita por naturaleza de la
inversión del Estado y de las políticas públicas que lo promueven.
La complejidad de cualquier intervención en la relación entre ciencia
y política exige de su estudio y profundización y se constató la importancia
de abordajes multidisciplinarios algunos de los cuales fueron presentados
en este evento.
El aumento de la información y conocimiento en lugar de reducir esta incertidumbre
la incrementa y exige aprender a vivir con ella. De ahí la importancia cada vez mayor
de la política que es el espacio de construcción de opciones para enfrentar los problemas
y la ética que deber dar los principios y los valores para enfrentar situaciones no previstas.
Las NTIC presentan simultáneamente enormes oportunidades y amenazas que exigen el desarrollo
de políticas públicas participativas y fundamentadas en principios éticos de equidad y solidaridad.
El empoderamiento de los ciudadanos para tomar decisiones supone acceso a la información y el conocimiento
pero implica también apropiarse de esa información y de la capacidad de interpretar ese conocimiento.
Existen numerosos esfuerzos nacionales e internacionales para desarrollar herramientas y estrategias
para que los ciudadanos adquieran esa capacidad.
Además de los ciudadanos, las instituciones deben transformarse para poder hacer frente a esos desafíos.
Existen varios modelos y formas para enfrentar estos cambios pero todos apuntan a la capacidad de las
instituciones de poner sus sistemas de medios de forma ágil y flexible en función de resolver los
problemas complejos y diversos que se les presentan.
En ese sentido se insistió en la importancia de la organización en red y su transformación en organizaciones
abiertas al aprendizaje para percibir e interpretar nuevas situaciones.
Se compartieron experiencias respecto al uso de las TICS para apoyar estos procesos de educación continuada
insistiéndose en la importancia del papel activo y consciente de los individuos en su aprovechamiento.
La construcción de la BVS se nos muestra como un espacio concreto en el que hemos podido observar acciones
e iniciativas que apuntan en el sentido anterior y nos hacen sentir optimistas en cuanto a nuestra capacidad
de poner a estas tecnologías al servicio de la salud de nuestros pueblos.
Las BVSs nacionales, las BVs temáticas, la red ScienTI, Scielo y este propio Congreso son muestras
de lo que se puede hacer.
Comité de Relatoria
CRICS 6
Pedro Cantú (FaSPyN-UANL/México)
Raúl Londoño (OPS/Guatemala)
Alberto Pellegrini (OPS-OMS/WDC)
Pedro Urra (INFOMED/Cuba)
Jorge Walters (BIREME-OPS/Brasil)
Puebla, Pueb., México, a 9 de mayo de 2003
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